Bueno desde esta noche comienza la historia que debería ser el núcleo y que tanto le prometí postear a.... nadie.
Prólogo
Llovía y llovía en el reino de Blask,dentro de el jardín principal apenas se distinguía una silueta sentada en una banca, solitaria, calmada, sin moverse, escondida entre las plantas. Si uno se acercara, hubiera visto a una princesa que sonreía ante la lluvia, una joven de trece años que miraba hacia arriba con su largo cabello dorado por el lado cayendo como una cascada, mojándose sin importarle lo que ocurriera después. La chica llevaba un vestido corto y simple de color azul.
La paz y el silencio fueron interrumpidos por el murmullo de armaduras, escudos, espadas, el alboroto de los habitantes del reino y el grito proveniente de las entradas del jardín real.
-¡ELIZABETH! ¿SE PUEDE SABER QUE HACES ALLÁ AFUERA? ¡ESTÁ LLOVIENDO POR SI NO LO NOTAS Y TE ESTAS MOJANDO MUCHO! ¡VEN AQUÍ AHORA MISMO!
La chica dejó de sonreír y observó a la señora que le gritaba, luego volvió a observar hacia el cielo.
-¡Por favor ve, te vas a enfermar y aquí vienen los vendedores de esclavos, tú sabes que entran por cualquier parte y toman todo lo que hay en su camino! Emily,te lo ruego.
La mujer se quedó allí esperándola por un rato pero luego se fue, enojada, de vuelta al castillo murmurando.
La princesa sintió algo que la sujetaba y le tapaba la boca y los orificios nasales. Luego de eso, todo se puso blanco...
La paz y el silencio fueron interrumpidos por el murmullo de armaduras, escudos, espadas, el alboroto de los habitantes del reino y el grito proveniente de las entradas del jardín real.
-¡ELIZABETH! ¿SE PUEDE SABER QUE HACES ALLÁ AFUERA? ¡ESTÁ LLOVIENDO POR SI NO LO NOTAS Y TE ESTAS MOJANDO MUCHO! ¡VEN AQUÍ AHORA MISMO!
La chica dejó de sonreír y observó a la señora que le gritaba, luego volvió a observar hacia el cielo.
-¡Por favor ve, te vas a enfermar y aquí vienen los vendedores de esclavos, tú sabes que entran por cualquier parte y toman todo lo que hay en su camino! Emily,te lo ruego.
La mujer se quedó allí esperándola por un rato pero luego se fue, enojada, de vuelta al castillo murmurando.
La princesa sintió algo que la sujetaba y le tapaba la boca y los orificios nasales. Luego de eso, todo se puso blanco...
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